El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se presenta cuando una persona queda atrapada en un ciclo de pensamientos intrusivos no deseados. Estos pensamientos desencadenan sentimientos angustiantes y hacen que la persona se sienta obligada a tener comportamientos repetitivos, compulsiones.
Lea la historia de Elise sobre su lucha constante contra el TOC de daño y cómo su tratamiento le está ayudando a sobrellevar su vida diaria.
Pospuse escribir esto porque sabía que nunca encontraría las palabras perfectas y me preocupaba perjudicar la lucha por el tratamiento del TOC en lugar de contribuir a ella. Si no encontraba las palabras perfectas que inspiraran a la persona que nos salvará a todos de tener TOC, la persona que podría curar el TOC podría no inspirarse para curarlo, y eso sería culpa mía.
Es mi TOC el que habla.
Tener TOC me hace preguntarme si alguna vez alcanzaré todo mi potencial. Si no tuviera que luchar contra los pensamientos intrusivos sobre el daño, ¿estaría más cerca de mi familia? Si no me obsesionara con que las cosas fueran “perfectas”, ¿cuánto más lograría? ¿Podría ser yo la persona que curara el TOC? ¿Si el TOC no me impidiera elegir una escuela de posgrado? ¿Una carrera profesional?
He dispuesto de algunas herramientas que lo hacen más llevadero y manejable. La terapia ha sido una muy importante. He recibido terapia de forma intermitente desde que tenía 10 años. Ahora tengo 24. Me gustaría poder decir que lo resolvió totalmente, que me curó, pero no fue así. Puedo funcionar y disfrutar de muchas cosas en la vida. Puedo sobrellevar un nivel moderado de TOC en mi vida diaria. Sin embargo, cuando tengo una recaída grave, el mundo se para. Me he ausentado del trabajo durante varios días seguidos, he dejado de comer, me he recluido en mi casa durante semanas. Y eso ocurre al menos cada par de años, incluso con todas las estrategias de afrontamiento que me da la terapia, con la medicación y con la lucha diaria.
Y mis días siguen sin ser fáciles, todavía sigo sufriendo mucho. Paso mucho tiempo pensando una y otra vez en cosas en las que las personas neurotípicas no pensarían. Tomar decisiones es increíblemente estresante y difícil para mí. Y aún tengo muchos pensamientos e impulsos intrusivos tabú que me afectan profundamente.
Tratamiento del TOC
La medicación es una herramienta importante que me permite mantener el TOC bajo control lo suficiente como para poder conservar un trabajo y funcionar. Empecé a medicarme cuando tenía 20 años. Dejé de hacerlo cuando tenía 22 años porque quería demostrar que no necesitaba la medicación; el estigma me había marcado. Volví a tomar una nueva medicación a los 23 años cuando de nuevo comencé a tener muchos problemas para salir de casa. He aceptado que es algo que necesito en este momento, y posiblemente para siempre.
El TOC es una de las diez enfermedades más debilitantes según la Organización Mundial de la Salud. El potencial no aprovechado es muy difícil de medir porque es intangible y estamos midiendo algo que nunca ocurrió, pero imagino que el impacto es enorme. Hay millones de personas en sus casas presa de sus compulsiones que, de no ser así, podrían estar salvando el mundo si dispusieran de opciones de tratamiento que funcionaran para ellas.
Necesitamos más herramientas. Muchos de mis amigos con TOC (y sinceramente, yo misma) siguen sufriendo, incluso con la medicación, incluso después de la terapia. No hay suficientes tratamientos eficaces y nosotros, como sociedad, no hemos descubierto cómo funciona el TOC. Cualquier investigación y estudio adicionales ayudarán a mejorar la vida de los millones de personas que viven ahora con el TOC y de los millones que lo desarrollarán en el futuro.