Peleando la buena batalla

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se presenta cuando una persona queda atrapada en un ciclo de pensamientos intrusivos no deseados. Estos pensamientos desencadenan sentimientos angustiantes y hacen que la persona se sienta obligada a tener comportamientos repetitivos, compulsiones.

Los síntomas del TOC de Adira comenzaron a aparecer durante la preparatoria. Lea su historia para descubrir cómo aprendió a controlar los síntomas durante la universidad y que ahora vive la vida que siempre imaginó.

Era el verano antes de mi último año de preparatoria y estaba en un viaje con mi familia por la Costa Este para visitar las universidades a las que me interesaba asistir. Hasta ese momento, en la preparatoria me había ido bien. Tenía muchos amigos excelentes, había sobresalido en atletismo y me había ido bien académicamente, así que tenía la mira puesta en algunas universidades prestigiosas.

Estábamos en la ciudad de Nueva York un día caluroso de verano y una gota de líquido me cayó en el labio. El sol brillaba y el cielo era azul intenso; rápidamente decidí que no era una gota de lluvia. De la nada me dije que tenía cinco días para determinar cualquier efecto dañino que esta misteriosa gota pudiera provocarme. Si después de los cinco días seguía con vida, estaría bien. Durante cinco días hice todo lo que pude mientras comía y bebía para evitar ese punto contaminado de mi labio. No podía llevarme ningún resto del misterioso líquido a la boca porque estaba segura de que sería fatal.

Cinco días después, por supuesto que todavía estaba viva y bien. Mi cerebro lógico me decía que tan solo era una gota de condensación que había caído de una unidad de aire acondicionado. Mi cerebro TOC constantemente contraatacaba con un “¿y si no lo es?” Lo que esperaba que fuera un incidente aislado de cinco días de preocupación, no fue tan pasajero. Pronto, los “¿y si…?” rondaban por mi cabeza 24 horas al día, siete días a la semana.

El TOC comienza a manifestarse

Cada día me bombardeaban nuevas ansiedades y temores. Cuando regresé a la preparatoria para cursar el último año, el TOC se apoderó de mí rápidamente. Para mi TOC, cada sustancia química de la clase de ciencias era tóxica y debía evitarla a toda costa. Las prácticas de básquetbol eran una pesadilla: conforme la pelota rebotaba en el suelo, quién sabe qué tipo de suciedad y gérmenes habría en el piso del gimnasio. Recibir abrazos de mis mejores amigos de repente se convirtió en algo prohibido porque no podía estar segura de que no propagaran una infección. Me lavaba tanto las manos que estaban de color rojo intenso y agrietadas, y sangraban constantemente.

Mi familia y yo nos dimos cuenta de que estas conductas no eran normales y tuve la suerte de buscar ayuda lo antes posible con un terapeuta cognitivo conductual y empecé la terapia de ERP. Aunque obviamente aún no era “la Adira habitual”, mi situación mejoró lo suficiente para decidir que el otoño siguiente podría entrar sin problemas a la universidad. Así fue. Sin embargo, decidí que una universidad en la Costa Este estaba demasiado lejos dado mi estado de salud. Opte por ir a una universidad que estaba en mi ciudad y, aunque es una escuela increíble, definitivamente tenía dudas sobre mi salud mental y supuse que sería mejor estar cerca de casa.

Para finales del primer trimestre era evidente que estaba muy enferma. Mi TOC determinaba que muchas cosas estaban sucias y contaminadas. Pasé muchas noches del primer año durmiendo en casa, en la casa “limpia” de mis padres, en lugar de en mi “sucia” habitación compartida de la universidad. Había separado la ropa en ropa “limpia” que usaba fuera del campus y en ropa “sucia” que solo usaba cuando estaba en el campus. Cuando estaba en el campus me daba largas duchas muy calientes para tratar de deshacerme de la contaminación que sentía que me cubría (por cierto, cuando compartes el baño con otras tres chicas, no les agrada que estuviera ocupado durante más de una hora).

Buscando un tratamiento para el TOC

Al saber que la situación estaba empeorando día tras día, reduje mi carga académica y entré a un programa diario de TOC para pacientes ambulatorios.  Aun cuando este programa me ayudó en cierta medida, era obvio que necesitaba ayuda más sólida. Mi equipo de tratamiento me sugirió que asistiera a un programa residencial de tratamiento para el TOC. Después de varios años de restarle importancia a la gravedad de mi afección, finalmente había llegado a un punto de descontento y estrés, que sabía que no podría seguir sin que recibiera más ayuda. 

El programa residencial al que asistí fue un absoluto salvavidas. Fue duro, muy duro, pero finalmente vi que la ERP y los medicamentos tendrían un efecto positivo en mi tratamiento. Terminé teniendo dos estancias residenciales separadas allí, por un total de 10 semanas. Pero después me encontraba en una situación mucho mejor. Pude regresar a mi universidad y terminar la carrera en un campo de estudio que siempre me había apasionado. Después de graduarme estaba en una situación mucho más saludable y finalmente di el salto para mudarme del Medio-Oeste a California; era algo en lo que siempre había soñado y que el TOC me había hecho posponer. 

Aunque no todos los días son fáciles (de hecho, en el último año he tenido una recaída intensa), mi TOC generalmente es más controlable que antes. Puedo vivir la vida que siempre imaginé que tendría, aunque todavía tenga sus “¿y si…?”. Utilizo las herramientas que he aprendido con el tratamiento para mantener controladas las dudas y concentrarme como mejor pueda en librar una buena batalla.

Ensayo clínico sobre el TOC

El TOC afecta a 1 de cada 100 personas. Aunque existen medicamentos que contribuyen a su tratamiento, muchos pacientes con TOC, quizás hasta el 40-60 %, no responden a las opciones de medicación actuales. En Biohaven, nuestra misión es preparar el terreno para nuevos recursos y estudios, para que las personas con TOC tengan opciones de tratamiento más eficaces.

Actualmente estamos haciendo un estudio para evaluar un medicamento en fase de investigación con potencial para tratar el TOC, en centros de investigación en todo el país. Conozca más sobre el estudio sobre el TOC y vea hoy mismo si cuenta con el perfil para participar.